Las prácticas llevadas a cabo por un curandero, solían ser muy practicadas en la época antigua tanto por los griegos como los romanos, los cuales tenían la convicción de que el Dios de la medicina Ascelpio, aparecía en los sueños que tenían las personas muy enfermas que en esa época solían dormir en los templos consagrado a su culto, indicándoles cual sería el mejor tratamiento para la enfermedad o bien, para directamente curarlos. Por el lado contrario, en el antiguo testamento podemos encontrar pequeñas referencias hacia el curandero, y las más concreta es aquellas que cuanta cuando Eliseo curo a Naaman de lepra con un baño ritual que le realizo en el río Jordán. Por otra parte, muchas personas consideran los milagros de Jesús con los enfermos como una suerte de curanderia, aunque para la iglesia esta idea resulta ser una blasfemia aproximadamente en el siglo III d. C.