El Soro destacaba especialmente en la suerte de banderillas, donde era considerado un verdadero maestro y así lo demostraba el público cuando le insistía para que ejecutara ese tercio en las faenas en las plazas. Está considerado por la crítica taurina como uno de los mejores banderilleros. En las banderillas inventó nuevas formas en la reunión, como “el molinillo” o “la moviola”, que son complicadas y vistosas de colocarlas.
El Soro es el único superviviente de los tres toreros del cartel de Pozoblanco (Córdoba) el 26 septiembre de 1984, día en que resultó mortalmente herido “Paquirri” en esa misma plaza.