En su dilatada labor apostólica, ocupó varios cargos de relevancia en la Iglesia católica en el período de preguerra. Como obispo titular de Areopoli y, más tarde, de Mesembria, desempeñó el cargo de visitador apostólico en Bulgaria desde 1925, luego como delegado apostólico en la misma Bulgaria desde 1931. Fue designado arzobispo titular de Mesembria y delegado apostólico en Turquía y Grecia el 30 de noviembre de 1934, cargo que desempeñó durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial. A fines de 1944 fue designado nuncio apostólico en Francia, donde permaneció hasta 1953. Creado cardenal presbítero de Santa Priscila en el consistorio de ese año, fue patriarca de Venecia hasta su elección como sumo pontífice en el cónclave de 1958. Su pontificado, relativamente breve, fue sin embargo sumamente intenso.