“Una casa embrujada puede estar habitada por fantasmas, poltergeists o hasta demonios. A veces estas presencias siguen frecuentando el mundo físico después de que un acontecimiento trágico ocurrió en la propiedad, como un asesinato, una muerte accidental, o un suicidio.”
El mes de Septiembre pasará a la historia por haber sido de los más trágico de este siglo en cuanto a hechos luctuosos se refiere: infanticidios, parricidios, asesinatos… han llenado las portadas de periódicos y noticiarios.
Pero si uno nos llama la atención a los que seguimos el mundo del misterio por encima de los demás, es el acontecido en la localidad barcelonesa de Arenys del Mar y que vio la luz el pasado 22 de septiembre. Diez días antes de esta fecha, un hombre de 41 años acuchilló y descuartizó a su propia madre, conviviendo con el cadáver durante esos días. Durmió y comió junto al yaciente y fétido cuerpo desde el día 11 de septiembre en el bajo 1 del número 72 de la calle Doedes. Y fue el hedor que emanaba el cadáver y la intuición de la prima de la víctima, lo que llamó la atención de los vecinos y familiares que interpusieron denuncia ante los Mossos.
Un cerrajero reventó la cerradura pero el insoportable olor le hizo desistir y llamó a las autoridades. El homicida huyó minutos antes entre los balcones, refugiándose en la casa de un vecino, donde permaneció durante más de cuatro horas. Al comprobar el despliegue policial, salió despavorido por las calles adyacentes a su vivienda, donde fue finalmente detenido.
Resulta terrible resaltar algunos antecedentes pavorosos del edificio “maldito”. “En ese piso en concreto ocurrían fenómenos poltergeists”
Los vecinos describen al parricida como un hombre extraño y solitario que solo salía al bar cercano a ver los partidos de fútbol. También hablan de que solía discutir acaloradamente con su madre pero que nunca dieron mayor importancia a las desavenencias familiares. Llevaban viviendo en el piso aproximadamente siete años.
Es de resaltar la alevosía del auto que, durante esos días, había estado vendiendo las pertenencias de la madre por internet e incluso intentando vender el piso, enseñándolo en varias ocasiones con el cadáver yaciendo en la vivienda, escondido bajo la cama y envuelto en plásticos.
Resulta terrible resaltar algunos antecedentes pavorosos del edificio “maldito”. Uno de los vecinos se ahorcó hace meses en el primer piso, justo encima de la casa de los fatales acontecimiento y, meses después, un inquilino apareció misteriosamente decapitado. Otra vecina del piso “maldito” dice que “Veíamos una sombra”. Ella vivió en ese piso durante un año y su hija murió en un accidente de tráfico. “No es normal lo que ha pasado”, dice. Asegura que se rompían platos, se encendía la música sola e incluso veía una sombra por las noches. También cuenta cómo fallecieron otros inquilinos en extrañas circunstancias; hasta cinco.
Otro de los vecinos describe al asesino como alguien nervioso, pero que días antes de que lo pillaran notaron que su nerviosismo había cambiado: “Estaba nervioso, pero como si hubiera hecho algo”. Los vecinos creen que el asesino podría haber hecho esto para fugarse con una novia que tenía, pero que realmente no saben porque mató a su madre y vivió con el cadáver tantos días: “Tiene un problema mental o es una persona malvada para estar diez días con el cadáver de su madre”.
El individuo responde a las iniciales Yago M.
Alberto Guzmán. Fuentes; Agencia EFE, Telecinco.