La leyenda del “Alma Errante de Venecia” es una historia llena de romanticismo y misterio que ha circulado a lo largo de los siglos en la ciudad de los canales.
Cuenta la leyenda que en el siglo XV, en una Venecia esplendorosa, vivía una joven llamada Isabella. Isabella era conocida en toda la ciudad por su belleza y su voz angelical, que podía hipnotizar a cualquiera que la escuchara. Su canto llenaba los salones de la nobleza y resonaba en las iglesias durante las misas.
Sin embargo, el corazón de Isabella pertenecía a un apuesto marinero llamado Giovanni. Los dos jóvenes se enamoraron profundamente y juraron amor eterno en una noche de luna llena. Pero el destino tenía otros planes para ellos.
Giovanni partió en una larga travesía por el mar, prometiendo regresar pronto. Sin embargo, el tiempo pasó y no hubo noticias de él. Isabella esperó con el corazón roto, cantando canciones de amor desde su ventana junto al Gran Canal, con la esperanza de que su voz llegara a los oídos de su amado en algún lugar lejano.
Finalmente, una noticia llegó a Venecia: el barco de Giovanni había naufragado en una tormenta y todos los tripulantes habían perdido la vida. Isabella quedó sumida en una profunda tristeza y desesperación. Su voz, que una vez había sido un faro de esperanza y alegría, se tornó en lamentos y canciones melancólicas que llenaban las noches de la ciudad.
Una noche, mientras cantaba junto al canal, Isabella cayó al agua y se ahogó. Pero su espíritu no encontró descanso. Se dice que desde entonces, su alma errante vaga por Venecia en las noches de luna llena. Su voz todavía puede escucharse susurrando canciones de amor desde los canales y los callejones oscuros.
Los venecianos creen que el alma errante de Isabella busca a su amado Giovanni por toda la ciudad, esperando reunirse con él en algún momento en el más allá. Esta conmovedora leyenda ha perdurado a lo largo de los siglos, añadiendo un toque de misterio y romance a las noches venecianas, donde el eco de su voz parece resonar en cada rincón de la ciudad de los canales.