La Virgen María, en Fátima, trajo un mensaje que consistía en el llamamiento a la oración constante y pidió a los pastorcitos que anunciaran a todos la necesidad de rezar el Santo Rosario todos los días, por la conversión de los pecadores, por la conversión de Rusia y por el Papa. Nuestra Señora les reveló el llamado Secreto de Fátima, el cual fue dividido en tres partes: la visión del infierno donde los pecadores caían por su falta de fe, el anuncio del comienzo de una nueva guerra mundial (confirmó la Segunda Guerra Mundial), y la tercera parte del secreto fue escrito por el vidente Sor Lucía en 1944. Por último, los 13 de mayo de 2000, durante su visita a Portugal, el papa Juan Pablo II, por medio del Secretario de Estado de la Santa Sede, el Cardenal Angelo Sodano, divulgó parte del contenido de la tercera parte del Secreto.