Qué son las ondas gravitacionales
Según Einstein, todos los cuerpos en movimiento en el espacio se “hunden” por su peso en la malla del espacio-tiempo y generan ondas, como cuando una piedra cae en un río.
Su detección se considera uno de los avances en física más importantes de las últimas décadas.
Percibir las distorsiones en el espacio-tiempo representa un cambio fundamental en el estudio del Universo, ya que permite observar antiguos eventos invisibles a los radiotelescopios o a los telescopios ópticos.
Mientras que la luz se dispersa al atravesar distintos medios -como por ejemplo, cuando llueve y se forma el arcoíris-, esto no ocurre con las ondas gravitacionales cuando se desplazan por el espacio desde su lugar de origen hacia la Tierra.
Esto permite a los científicos tener una certeza más profunda sobre lo que ocurrió en estrellas ubicadas a millones de años luz de nuestro planeta.
Los científicos estadounidenses Rainer Weiss, Barry C. Barish y Kip S. han contribuido “de forma inestimable” a poner en marcha el Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría Láser. Premios Nobel de Física 2017.
En 2015, casi un siglo después de las predicciones de Einstein, los científicos las detectaron por primera vez: un raro “sonido” proveniente del espacio era el resultado de la colisión de dos inmensos agujeros negros a unos 3.000 millones de años luz de la Tierra.
Luego, en 2016, el Observatorio Gravitacional de Interferometría Láser LIGO, en Hanford, Estados Unidos, lo detectó nuevamente, por tercera vez.
Sheila Rowan de la Universidad de Glasgow, Reino Unido, aseguró a la BBC que, tras este hallazgo, los científicos están en el umbral de una nueva comprensión de los agujeros negros.
“Es tentador ver esta nueva historia de cómo los agujeros negros se formaron y evolucionaron a través de la historia del cosmos. Esta información está casi a nuestro alcance, pero todavía no hemos llegado a ella”, aseguró.
Los agujeros negros se forman al final de la vida de las supernovas, una estrellas de gran masa que implosionan, es decir, estallan hacia adentro y generan un campo magnético tan fuerte que puede incluso absorber la luz.
Fuentes: BBC News, www.eitb.eus/