«Vuelta a la Luna, objetivo Marte», anuncia Donald Trump

El presidente Donald Trump ha dicho que una nueva directiva de política para la exploración tripulada de la NASA permitirá  reclamar «el orgulloso destino de Estados Unidos en el espacio, volviendo a la Luna como lanzadera hacia el planeta Rojo».

«Es el destino de Estados Unidos estar a la vanguardia de la eterna búsqueda de conocimiento de la humanidad y ser el líder entre las naciones en nuestra aventura hacia el gran desconocido», dijo Trump en un evento que incluyó a Buzz Aldrin , el segundo astronauta en caminar sobre el Luna.
La directiva permitirá a la NASA «liderar un innovador programa de exploración espacial para enviar a los astronautas estadounidenses de regreso a la Luna, y finalmente a Marte». Trump prometió que el programa espacial de Estados Unidos «una vez más conduce e inspira a toda la humanidad».

Donald Trump firmando la directiva que faculta a la NASA a preparar el camino de vuelta a la Luna con el objetivo final de conquistar el planeta Marte.
Donald Trump firmando la directiva que faculta a la NASA a preparar el camino de vuelta a la Luna con el objetivo final de conquistar el planeta Marte. Fuente: IBTimes India

La nueva política también «establecerá una base para una eventual misión a Marte y tal vez, algún día, a muchos mundos más allá», comentó el Presidente.
También apunta a aumentar el papel del sector privado en la exploración espacial según un comunicado de la Casa Blanca al ayudar a «impulsar la creciente industria espacial nacional».
Estados Unidos envió a 12 astronautas a caminar sobre la luna, comenzando el 20 de julio de 1969 cuando Neil Armstrong dijo que era «un pequeño paso para el hombre, un salto gigante para la humanidad».
Entre 1981 y 2011, EE. UU. También envió 135 transbordadores tripulados al espacio exterior para su exploración. El programa de transporte se retiró a partir de entonces.

Trump autoriza al administrador de la NASA  Robert M. Lightfoot Jr.  para «liderar un programa de exploración de espacio innovador para enviar a astronautas estadounidenses a la luna y eventualmente Marte» en una ceremonia en la Casa Blanca.

La Casa Blanca elogió el hecho de que los astronautas de la NASA serán lanzados al espacio en «cohetes y tripulantes de fabricación estadounidense» y la directiva política es vista como un «reenfoque» para la NASA en «su misión principal de exploración espacial».
Durante la campaña de 2016, Trump prometió «liberar a la NASA de la restricción de servir principalmente como una agencia logística para actividades de órbita terrestre baja».
Estados Unidos también participa en el programa de la Estación Espacial Internacional ( ISS ), un esfuerzo de colaboración con Rusia, Japón, Canadá y Europa.  La primera tripulación fue lanzada en 2000 y 108 astronautas, incluidos 51 tripulantes estadounidenses y otros 138 astronautas de la NASA, se turnaron para vivir en el laboratorio de investigación flotante desde entonces.

casi medio siglo después, el gobierno de Estados Unidos anunció que se propone volver próximamente al satélite y que esto solo podría ser una primera escala de un viaje hacia la conquista de Marte.
Casi medio siglo después, el gobierno de Estados Unidos anunció que se propone volver próximamente al satélite y que esto solo podría ser una primera escala de un viaje hacia la conquista de Marte. Fuente NASA.

El 21 de julio de 1969 a las 2:56 (GMT), un ser humano (Armstrong), pisó por primera vez la Luna. La noticia estremeció al mundo. Otras cinco expediciones estadounidenses llegaron allí en los años siguientes, hasta diciembre de 1972, cuando Eugene Cernan cerró el ciclo de los alunizajes . Después de él, ningún hombre ha vuelto al satélite natural de la Tierra en más de 45 años.
Muchas teorías conspirativas se generaron desde entonces para apoyar la idea de que los alunizajes nunca tuvieron lugar y que las imágenes que se difundieron no fueron más que montajes en estudios de televisión.
Pero casi medio siglo después, el gobierno de Estados Unidos anunció que se propone volver próximamente al satélite y que esto solo podría ser una primera escala de un viaje hacia la conquista de Marte.

¿Por qué ni Estados Unidos ni ningún otro país volvió a enviar una tripulación a la Luna en casi medio siglo?

La directiva, que fue firmada sin consulta previa con el Senado, está prevista para que entre en vigor cuando al mandatario solo le queden por delante dos años en la Casa Blanca, y dado los plazos de aprobación de los presupuestos, muchos especialistas temen que nunca se hará efectiva (salvo que Trump sea reelecto en 2020). Sin embargo, la nueva apuesta espacial del presidente supuso para muchos una pregunta: ¿por qué ni Estados Unidos ni ningún otro país volvió a enviar una tripulación a la Luna en casi medio siglo?

Con la hazaña de Armstrong, Estados Unidos se coronaba en su batalla por la carrera espacial con la entonces Unión Soviética, que ya había puesto antes a una perra y a un tripulante, Yuri Gagarin, en el espacio, pero que no había podido llegar mucho más allá de la atmósfera terrestre.
Pero la gesta resultaba extremadamente cara.

Michael Rich, profesor de Astronomía de la Universidad de California en Los Ángeles.
Michael Rich, profesor de Astronomía de la Universidad de California en Los Ángeles. Fuente BBC News

«Enviar una nave tripulada a la Luna era excesivamente costoso y realmente no ha existido una justificación verdaderamente científica para sostenerla», explica Michael Rich, profesor de Astronomía de la Universidad de California en Los Ángeles.
De acuerdo con el especialista, más allá del interés científico, detrás de las misiones a la Luna se encontraban motivos políticos: básicamente, la competencia por el control del espacio.
Con los años, con la Luna «conquistada» por Estados Unidos, el regreso al satélite comenzó a perder interés. «No había una justificación científica ni política para volver», afirma Rich. George W. Bush propuso en 2004, durante su mandato, un plan similar al de Trump: enviar una nueva tripulación a la Luna y, de allí, abrir las puertas para la conquista de Marte. Pero el proyecto se deshizo, según Rich, por la misma razón que no se había repetido antes: su costo. El gobierno que le sucedió a Bush, con Barack Obama a la cabeza, no se mostró dispuesto a gastar los 104.000 millones de dólares que se calculó que costaría el envío.

«En la práctica, es muy difícil convencer al Congreso de aprobar un presupuesto tan desmesurado cuando desde el punto de vista científico no había suficientes razones para regresar a la Luna. El proyecto Apollo (el proyecto para llevar el hombre a la Luna) fue grandioso, pero poco productivo científicamente hablando», comenta. Durante los años del programa, el monto que destinaba el gobierno de Estados Unidos para los planes de la NASA era casi el 5% del presupuesto federal. Actualmente, es de menos de 1%. «En aquellos años, los estadounidenses estábamos convencidos de que destinar esa cantidad para estos proyectos era necesario. Después de esos años, creo que la gente no estaría muy convencida de que sus impuestos se destinaran para pasear por la Luna», afirma.  Otra de las razones, comenta, es que la NASA se vio enfrascada años después en otros proyectos más importantes: nuevos satélites, sondas a Júpiter, la puesta en órbita de la Estación Espacial Internacional, investigaciones sobre otras galaxias y planetas… que tenían más «relevancia científica» que un potencial viaje de vuelta al satélite.

«En menos de 100 años ya la Luna nos quedará demasiado cerca y estaremos explorando otros lugares del Universo». 

Sin embargo, en los últimos años, los potenciales viajes a la Luna comenzaron a ganar nuevamente interés. Cada vez son más las iniciativas estatales y privadas que no sólo anuncian un regreso al satélite, sino ambiciosos planes de colonización, la mayoría de ellos basados en el abaratamiento de las tecnologías y la fabricación de naves espaciales. China, por ejemplo, planea alunizar en 2018, mientras que Rusia anunció que para 2031 pondrá una nave allí.

El programa ruso de exploración lunar se complementará con la creación de naves espaciales de próxima generación.
El programa ruso de exploración lunar se complementará con la creación de naves espaciales de próxima generación.

Mientras, muchas iniciativas privadas buscan actualmente un modelos de negocio espacial que va desde explotar los minerales que hay en la Luna hasta vender trozos del satélite como piedras preciosas. Y, al parecer, Estados Unidos no quiere quedarse atrás. La agencia espacial estadounidense sostiene desde hace años que aún existen grandes razones para regresar a la Luna.
La NASA opina que una vuelta del hombre allí podría traer un mayor conocimiento de la ciencia lunar y permitir la aplicación de nuevas tecnologías en el terreno.
Además, desde la NASA, Laurie Castillo asegura  que la agencia continúa en la Luna aunque no cuente con presencia humana. «Tenemos en estos momentos la Lunar Reconnaissance Orbiter (una sonda espacial estadounidense destinada a la exploración lunar lanzada en 2009) que está haciendo cosas asombrosas», dice. «Pero cuando tienes en cuenta el desarrollo tecnológico que hemos alcanzado te preguntas si es todavía necesario enviar a un hombre físicamente a la Luna para probar cualquier tecnología. Entonces entiendes que las razones para volver escapan nuevamente a lo meramente científico», añade Rich. «Creo que quiere dar la idea de que Estados Unidos no se quedará atrás en la nueva carrera espacial», afirma. Dado los avances tecnológicos y la apuesta del sector privado por la conquista espacial no cree que una base en la Luna o en Marte estén lejos de una realidad. «En menos de 100 años estoy casi seguro que ya la Luna nos quedará demasiado cerca y estaremos explorando otros lugares del Universo».


Fuentes: BBC Mundo, Nature, EDENEX.

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